Sidor, una cogestión sin paga
Jennifer Santana Vieira | Tal Cual
27.09.05 | Los 15 mil trabajadores de la empresa siderúrgica advierten que no descansarán hasta que se les reconozca el 20% de sus acciones y se les cancele el monto adeudado que data desde el año 2003.
Fermín y Ramos prefieren no divulgar las acciones a tomar en los próximos días, como parte de la la estrategia aprobada por los trabajadores A 26 millones de dólares llega el monto que el gobierno central le adeuda a los trabajadores sidoristas por concepto del 20% de las acciones que tienen en la empresa y del dividendo que éstas generan en el denominado excedente de caja. “El Presidente pretende hacer con nuestras acciones lo que está haciendo con la hacienda La Marqueseña y otros hatos y empresas; pero no nos vamos a calar que nos quite lo que nos corresponde que fue producto de una justa lucha que dimos en la cuarta república y que ahora pretende arrebatarnos la quinta”.
La frase pertenece a Francisco Fermín, vicepresidente del Movimiento Sindical “Unidad Matancera”, uno de los grupos que hace vida sindical en Sidor, quien junto a Bulmaro Ramos, secretario de actas del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Similares (Sutiss), asegura que el objetivo de los 15 mil empleados (entre activos y retirados) es lograr un entendimiento con el Gobierno a fin de que les cancelen lo que les corresponde.
Esos $ 26 millones representan los dividendos de las acciones correspondientes al segundo trimestre del 2005. Además, se les adeuda el año 2003 y los primeros tres meses del 2004. Fermín reclama que Sidor haya pagado, el pasado 15 de agosto, unos 57 millones de dólares de excedente de caja al Gobierno; sin embargo, la Corporación Venezolana de Guayana no ha podido cancelar el porcentaje que le toca a los trabajadores porque hay una orden de la Controlaría General de la República que declaró improcedente el pago de excedente de cada por las acciones tipo B.
INDIFERENCIA DE CHÁVEZ
Luego de la respuesta del despacho de Clodosbaldo Russián, los trabajadores, ante la falta de una aclaratoria al respecto y de agotar todas las vías para lograrla, decidieron protestar el pasado martes en Guayana para llamar la atención del presidente Chávez quien visitaba el estado. “Se nos ha dicho que el ministro Álvarez no le ha informado a Chávez de la situación; o es que el Presidente se hace el loco o no está interesado.
Por eso tomamos la medida de manifestar”, expresó Ramos.
Sin embargo, el primer mandatario no tomó en cuenta la protesta y prosiguió su actividad en Venalum, “pero se refirió a que los trabajadores no podíamos pertenecer a una elite sino que teníamos que ganar sólo para comer, lo que generó una indignación general porque todos trabajamos para mantener una familia y echar para adelante a nuestros hijos, darles una educación, formarlos.
Esas acciones son un derecho de los trabajadores”.
Fermín explica que los empleados de la siderúrgica deberían tener 6.325.332 acciones clase B, pero aún quedan 2.855.315 títulos que no han sido adjudicados por el Ministerio de Industrias Básicas y Minería (Mibam).
El ministro Álvarez les comunicó que no se hacía responsable por años anteriores a su gestión; es decir, lo correspondiente al lapso 2003-2004. “El dinero de ese período no aparece por ningún lado; tenemos entendido que fue invertido en las misiones y utilizado por el gobernador Francisco Rangel Gómez en su campaña electoral”, dice Ramos.
Fermín y Ramos advierten que los trabajadores que reclaman un justo derecho no se quedarán tranquilos, sino que por el contrario, seguirán en la lucha hasta lograr les den lo que les corresponde, “en este momento hay órdenes de captura contra algunos dirigentes, no nos calaremos amedrentamiento.
Si el Presidente quiere meter preso a los líderes sindicales, tendrá que construir más cárceles porque nosotros y nuestras familias estamos dispuestos a pelear por los beneficios adquiridos”.
Se reservan las acciones que tomarán en los venideros días, pero enfatizaron es que mientras Sidor esté produciendo, los trabajadores tienen que gozar también de la distribución de los excedentes que son repartidos trimestralmente.
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